La importancia de la educación financiera desde temprana edad
En la mayoría de los colegios aún no se enseña cómo manejar el dinero. Sabemos calcular integrales y fechas históricas, pero pocos jóvenes entienden conceptos básicos como el ahorro, el crédito o la inversión. Este vacío genera que muchos lleguen a la vida adulta sin las herramientas necesarias para tomar decisiones financieras acertadas.
La educación financiera temprana es una inversión de por vida. Enseñar a los niños y adolescentes a manejar un presupuesto, diferenciar entre necesidades y deseos, o entender cómo funcionan el ahorro y la inversión, les da un punto de partida que marcará la diferencia en su futuro.
Algunos consejos prácticos:
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Fomentar el hábito del ahorro con una alcancía o cuenta infantil.
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Enseñarles la importancia del dinero productivo, es decir, cómo el dinero puede crecer si se invierte.
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Incluirlos en conversaciones familiares sobre finanzas, para que entiendan que el dinero no es un tema "prohibido".
En un país como Colombia, donde muchas familias viven con presupuestos ajustados, educar a los más jóvenes en finanzas puede significar romper ciclos de endeudamiento y abrir oportunidades de crecimiento.
La mejor herencia que podemos dejar no siempre es material, sino el conocimiento para manejar el dinero con inteligencia.
